sábado, 4 de septiembre de 2021

Reseña literaria: Nacidos de la bruma #1 - El imperio final


Ficha bibliográfica




Título: Nacidos de la bruma #1: El imperio final
Título original: Mistborn #1: The Final Empire
Autor(a): Brandon Sanderson
Nacionalidad: Estadounidense
Editorial: NOVA
Fecha de publicación: 2006
Saga: Dos trilogías y otros libros adicionales
Páginas: 672
Género: Fantasía, distopía




Sinopsis de la editorial

 

Durante mil años han caído cenizas del cielo. Durante mil años nada ha florecido. Durante mil años los skaa han sido esclavizados y viven en la miseria, sumidos en un miedo inevitable. Durante mil años el Lord Legislador ha reinado con poder absoluto, dominando gracias al terror, a sus poderes y a su inmortalidad, ayudado por «obligadores» e «inquisidores», junto a la poderosa magia de la alomancia.

 

Pero los nobles a menudo han tenido trato sexual con jóvenes skaa y, aunque la ley lo prohíbe, algunos de sus bastardos han sobrevivido y heredado los poderes alománticos: son los «nacidos de la bruma» (mistborn).

 

Ahora, Kelsier, el «superviviente», el único que ha logrado huir de los Pozos de Hathsin, ha encontrado a Vin, una pobre chica skaa con mucha suerte... Tal vez los dos, con el mejor equipo criminal jamás reunido, unidos a la rebelión que los skaa intentan desde hace mil años, logren cambiar el mundo y acabar con la atroz mano de hierro del Lord Legislador.

 

Pero, ¿qué pasa si el héroe de la profecía falla?

 

Desde 2006, y en solo diez años, Brandon Sanderson se ha consolidado como el gran renovador de la fantasía del siglo XXI y el autor del género más prolífico del mundo. Ha logrado ganarse a ocho millones de lectores, ser publicado en treinta países y convertirse en el heredero de todo un género.

 

Opinión personal (sin spoilers)

 

A finales del curso pasado, después del periodo de exámenes, mi cabeza ya no daba para mucho. Necesitaba una lectura amena y que no necesitara de una reflexión intensa pero no quería contentarme con cualquier ficción fácil, de esas que se publican cada año a patadas. Muchos amigos me habían recomendado a Brandon Sanderson, de quien en ese momento solo había leído Steelheart, una novela con un aire un poco más juvenil que me había gustado bastante. Decían que sería de mi agrado si había disfrutado leyendo a Patrick Rothfuss. No se equivocaban. 

 

La saga de Nacidos de la bruma cuenta, actualmente, con dos trilogías y un par de libros adicionales. Me parece que el autor se plantea escribir una trilogía más, y quien sabe si incluso saldrán más publicaciones en el futuro. Yo solo he leído la primera de ellas, que comprende los títulos El imperio final, El pozo de la ascensión y El héroe de las eras, que es la que reseño en esta entrada. Tengo buenas referencias de la saga posterior, pero no puedo hablar de ella por mí misma.

 

Represento aquello que nunca has podido matar, no importa cuánto lo hayas intentado. Yo soy la esperanza.

 

Ahora bien, la primera saga es espectacular. El mundo que crea Sanderson es apasionante. La magia que se inventa es muy original. La trama es intrincada, bien pensada y ligada. Los personajes están bien perfilados, maduran, fallan. Son reales. No hay héroes perfectos. La protagonista es carismática y poderosa. El desarrollo a lo largo de la trilogía es impecable: el autor consigue sorprenderte, y la historia, al contrario que en otros libros de su género, no es predecible. Los tres libros son distintos, algunos son más distópicos y otros más políticos, depende del modo en que sirven a la historia. Combinan acción, fantasía, drama e incluso algo de romance, aunque no es central. Es imposible aburrirse con ellos. Lo más destacable, en mi opinión, es que nada se deja sin explicar. No hay magia por magia, no se requiere fe: incluso los orígenes de lo fantástico se exploran. Infinitud de capítulos terminan en clímax, cuesta dejar de leer en muchísimas ocasiones. Es una trilogía que se te pega a las manos y no te puedes sacar de la cabeza. Hacía tiempo que no sentía una necesidad tan visceral de saber cómo continúa una historia. 
 
El párrafo anterior se asemeja a los disparos de una ametralladora. Pero no lo voy a cambiar. Me parece que leer este libro se siente bastante como eso.

Burócrata, político, soldado... Hay algo más que necesita todo reino. Un buen asesino.
 
La estética literaria no es el fuerte de la trilogía, pero no tiene que serlo. Sanderson no escribe con un objetivo estético sino práctico. Él quiere contar una historia que atrape al lector y lo consigue. Su pluma es clara, fluida y no se detiene más de lo necesario en detalles y descripciones. No diría que el libro es juvenil, pero el lenguaje es muy limpio. Creo que el autor es mormón y por eso, a pesar de que sí aparecen imágenes violentas, no hay explícitamente ninguna escena sexual. Asimismo, son buenas novelas para leer en inglés. Al principio es fácil confundirse un poco, pero no por el léxico, sino por la terminología propia de la magia, a la cual te acostumbras a lo largo del primer tomo.
 
La fuerza es una parte importante de una pelea, pero no la única. Si siempre golpeas con todas tus fuerzas te cansarás más rápido y le darás a tu oponente información sobre tus limitaciones. Un hombre listo golpea más fuerte al final de una batalla, cuando su oponente está más débil. Y, en una batalla prolongada, como una guerra, el soldado listo es el que sobrevive más tiempo. Será el hombre que sepa controlarse.
 
En definitiva, si buscáis un buen libro de fantasía épica o sencillamente queréis una lectura de esas que no puedes dejar, os recomiendo ésta fervientemente. Las tres entregas son igualmente buenas, ninguna de ellas baja el nivel. Estoy segura de que voy a leer algo más del autor, o bien la segunda trilogía de esta saga o bien la de El archivo de las tormentas, de la que también he escuchado maravillas. Además se ve que muchas de las distintas sagas del autor forman parte de un universo único, llamado Cosmere. En fin, os voy a mantener informados. 
 
De momento, con estas tres novelas ya tenéis para rato. O quizá no: tanto yo como mi hermano las devoramos increíblemente rápido.



¡Hasta otra, biblioviajeros!

jueves, 19 de agosto de 2021

Reseña literaria: Madame Bovary


Ficha bibliográfica




Título: Madame Bovary
Título original: Madame Bovary
Autor(a): Gustave Flaubert
Nacionalidad: Francesa
Editorial: Tusquets Editores
Fecha de publicación: 1993
Saga: No
Páginas: 400
Género: Novela




Sinopsis de la editorial

 

Charles Bovary, modesto médico de pueblo, se casa con Emma, de familia acomodada, educada como una señorita, pero con la cabeza llena de lecturas y sueños románticos. La estrechez de miras del marido y la placidez de una vida insulsa dejan insatisfecha a Emma, cuya ansiedad no consigue aplacar ni el nacimiento de una hija. Tras el paso fugaz y templado de León por su vida, aparece Rodolphe, un elegante de provincias, que la seduce fácilmente y le induce a creer que ha encontrado la pasión verdadera que tanto deseaba. Pero Emma vivirá siempre desgarrada entre la prosaica realidad en la que vive y un ilusorio mundo de amores y riquezas. Esta obra maestra de la literatura mundial de todos los tiempos, nos llega ahora en la magnífica versión española de Carmen Martín Gaite, una de nuestras escritoras más admiradas, que tan bien ha sabido captar la naturaleza particular del alma inquieta de Emma Bovary.

 

Opinión personal (sin spoilers)

 

No recuerdo qué fue lo que me empujó finalmente a leer esta novela. Me parece que simplemente tenía ganas de leer un clásico en un idioma distinto al inglés y encontré este libro entre mi pila de pendientes. Bendito el momento en que decidí ponerlo en primer lugar. Debo de ser de las pocas personas que no conocía la historia de Emma Bovary al completo. En ese sentido el libro me sorprendió doblemente, pues ni siquiera sabía qué esperar de él. Pero si ya sabéis de las desgracias de esta mujer, no os preocupéis: después de terminarlo se lo recomendé a mi madre, cuyo conocimiento de la historia era bastante superior al mío, y lo disfrutó también muchísimo.

 

Emma, quizá junto a Anna Karenina, es el epítome de la mujer infiel en la literatura. Pero también es mucho más que eso. En esta novela encontramos la trágica historia de una mujer que está atrapada en una vida sin muchas opciones. Además, vive buscando la felicidad en todo aquello que no posee, devorando ansiosamente todos los placeres que puede obtener para sentirse querida y feliz, y hundiéndose en la pena que conlleva su situación de mujer de baja nobleza rural casada con un hombre soso. Nunca se para a valorar lo que tiene y solo percibe la amargura que despierta el choque entre su realidad y sus insatisfechos deseos. Emma es una mujer que no sabe cómo vivir.

 

¿Acaso ignora usted que hay almas que viven sin cesar atormentadas, almas que necesitan entregarse alternativamente al ensueño y a la acción, a las más puras pasiones y a los goces más desenfrenados, hasta el punto de darse finalmente a toda clase de caprichos y de locuras?

 

Este es un libro de personajes, más que de trama. Todos ellos están muy bien dibujados, con una sensibilidad extraordinaria. El estudio psicológico que realiza el autor es exhaustivo, y el retrato que ofrece de la vida que llevaba la gente de entonces es muy interesante. Emma es simplemente maravillosa. Tanto ella como los secundarios son patéticamente reales. Como lector, es fácil identificarse, en parte, con muchos de ellos. Flaubert los expone a nuestro juicio sin piedad en toda su esplendorosa debilidad. Y de ese modo, en general, respondemos más bien a todos ellos con pena más que con odio. Parece que cada uno tira adelante con lo que tiene y como puede.
 
Un hombre, al menos, es libre; puede entregarse a las pasiones, recorrer países, superar obstáculos, gustar las dichas más exóticas. Pero a una mujer todo esto le está continuamente vedado. Inerte y flexible a un mismo tiempo, tiene en contra suya las molicies de la carne, junto con los rigores de la ley. Su voluntad, como el velo de su sombrero sujeto por un cordón, palpita a todos los vientos; siempre hay algún deseo que arrastra y alguna conveniencia social que refrena.
 
Hay posiblemente un toque sutil de moraleja y crítica social a la pequeña nobleza rural de la época. El libro puede leerse como un relato sobre cómo (no) tomarse la vida. Pero también hay mucha ternura y tacto por parte del autor, especialmente para la protagonista. Parece que Flaubert también tuviera un poco de romántico y soñador, y hubiera volcado esa parte de sí mismo en ella.

¡Cómo añoraba los inefables sentimientos de amor que por aquel entonces trataba de imaginarse por medio de los libros!
 
Ahora bien, si cabe destacar una cosa del libro, es su prosa. ¡Qué delicia! ¡Qué delicadeza, qué precisión en el lenguaje, qué fina ironía! Cada página es un placer literario. No sobran palabras y sin embargo nada es escueto. Los toques de humor son geniales. La traducción de Carmen Martín Gaite es muy buena, pero ojalá pudiera leer esta novela en su francés original para paladear sin filtros la magia del autor...
 
Creía ella que el amor tenía que llegar de súbito, entre grandes destellos y fulgores, como huracán de los cielos que se desencadena sobre la vida, la trastorna, arranca las voluntades como si fueran hojas y arrastra hacia el abismo el corazón entero. Ignoraba que, en las azoteas de las casas, la lluvia acaba por formar lagos cuando los canalones se obstruyen, y así hubiera permanecido segura de su virtud, de no haber descubierto súbitamente una grieta en la pared.
 
En definitiva, este libro es merecidamente un clásico. No solo sobrevive al paso del tiempo, sino que se refleja en nuestro presente: el lector puede ver paralelismos por todos lados. Quizá Emma no agradará a todo el mundo, pero es imposible no empatizar un poco con ella, y seguro que la llevaréis en la cabeza durante una buena temporada después de terminar el libro. Su lectura es un regalo a uno mismo. De verdad, hacéoslo. Esta es una novela que hay que leer.



¡Hasta otra, biblioviajeros!

miércoles, 11 de agosto de 2021

Reseña literaria: Hood feminism: Notes from the Women that a Movement Forgot

Ficha bibliográfica

  
 
Título: Hood feminism: Notes from the Women That a Movement Forgot

Título original: Hood Feminism: Notes from the Women That a Movement Forgot
Autor(a): Mikki Kendall
Nacionalidad: Estadounidense
Editorial: Viking
Fecha de publicación: 2020
Saga: No
Páginas: 288
Género: Ensayo, feminismo, raza

 

 

Sinopsis de la editorial

 

Today's feminist movement has a glaring blind spot, and paradoxically, it is women. Mainstream feminists rarely talk about meeting basic needs as a feminist issue, argues Mikki Kendall, but food insecurity, access to quality education, safe neighborhoods, a living wage, and medical care are all feminist issues. All too often, however, the focus is not on basic survival for the many, but on increasing privilege for the few. That feminists refuse to prioritize these issues has only exacerbated the age-old problem of both internecine discord and women who rebuff at carrying the title. Moreover, prominent white feminists broadly suffer from their own myopia with regard to how things like race, class, sexual orientation, and ability intersect with gender. How can we stand in solidarity as a movement, Kendall asks, when there is the distinct likelihood that some women are oppressing others?
 
Opinión personal (sin spoilers)

 

En el curso de Historia de las matemáticas que tomé en mi último semestre de la universidad hablamos sobre ciencia y género. En una discusión con otras compañeras de clase salió el tema de la doble marginalidad de la mujer negra, por su raza y por su sexo. Hacía tiempo que quería leer algo sobre este tema. Me considero feminista, y como tal me parece que es indispensable que esté informada de los problemas abiertos de este movimiento. Así que me dispuse a buscar algún ensayo al respecto. Encontré este, de Mikki Kendall, bastante recomendado. Me parece que todavía no está traducido al castellano, por eso dejo la sinopsis y las citas que he sacado del texto en su idioma original.


No woman has to be respectable to be valuable.

 

En general me resultó una lectura interesante. Me dio más o menos lo que buscaba: una introducción a la crítica del feminismo popular por estar pensado, a grandes rasgos, por y para la mujer banca de clase media. El libro da voz al colectivo marginado del colectivo marginado. En ese sentido, la autora hace un buen trabajo conectando el feminismo con otros temas sociales como la vivienda, la hambruna, la violencia armada, la pobreza o la salud materna de la mujer negra, por decir algunos; temas que son usualmente olvidados en el feminismo más visible. Argumenta que, si el movimiento pretende proteger a todas las mujeres, debe poner atención y esfuerzo en solucionar también todos estos problemas, que generalmente afectan de modo desproporcionado a las mujeres negras. Las ideas propuestas son básicas y no hay ninguna parte demasiado pesada o avanzada. De hecho, creo que es un libro pensado básicamente para las mujeres feministas blancas de clase media.
 
One of the biggest issues with mainstream feminist writing has been the way the idea of what constitutes a feminist issue is framed. We rarely talk about basic needs as a feminist issue. Food insecurity and access to quality education, safe neighborhoods, a living wage, and medical care are all feminist issues. Instead of a framework that focuses on helping women get basic needs met, all too often the focus is not on survival but on increasing privilege. For a movement that is meant to represent all women, it often centers on those who already have most of their needs met.
 
Supongo que el libro se podría calificar de ensayo, pero no es ni mucho menos un libro lleno de razonamientos y argumentos. La mayor parte de los capítulos contiene anécdotas personales de Kendall, y aunque también proporciona datos y referencias, en general ilustra la gravedad de estos temas con su visión personal y no de un modo teórico o estadístico. Por un lado, de esta manera el libro es muy ameno y fácil de leer. Por otro, pierde un poco en cuanto a solidez e interés general. O quizá soy yo: me gusta leer ensayos teóricos que se sustenten en un análisis sistemático de su tesis. Llamadme loca. Lo bueno es que así llega a un público más general.

For women of color, the expectation that we prioritize gender over race, that we treat the patriarchy as something that gives all men the same power, leaves many of us feeling isolated.
 
La autora se expresa bien y sus anécdotas ayudan a crear una sensación de proximidad y empatía que combina con el propósito del libro. Pero no es literatura, es más bien periodismo. Por su simplicidad, el libro no me ha servido para darme ideas nuevas, sino direcciones de pensamiento. Me ha parecido más bien un texto que señala el camino que cada lectora debe andar por sí misma. Reconozco que a veces me ha parecido algo confuso, por ejemplo por la poca concreción de algunos términos (¿es lo mismo "feminismo blanco" y "mujeres blancas"?) que usa, pero creo que en general es una buena introducción al feminismo interseccional.
 
Mainstream, white-centered feminism hasn't just failed women of color, it has failed white women.
 
Como ya he comentado, este libro todavía no está traducido al castellano, y no sé si hay alguna editorial interesada en publicarlo en nuestro idioma. De todos modos, es una lectura muy fácil en inglés. No es lo mejor que he leído, ni como ensayo ni como ensayo feminista, pero lo recomiendo. Es necesario que nos planteemos aquello que creemos conocer bien para poder desestructurarnos. Siempre pensamos desde una base, desde una estructura fija y comuna, y muchas cosas son invisibles a nuestros ojos hasta que no las ponemos en duda. Nuestra visión tiene muchos límites, y uno de ellos es la barrera del hábito. Solo por eso ya me parece interesante leer Hood Feminism.



¡Hasta la próxima, biblioviajeros!

viernes, 16 de julio de 2021

Reseña literaria: El ruido del tiempo

 

Ficha bibliográfica




Título: El ruido del tiempo
Título original: The noise of time
Autor(a): Julian Barnes
Nacionalidad: Británica
Editorial: Anagrama
Fecha de publicación: 2016
Saga: No
Páginas: 208
Género: Novela




Sinopsis de la editorial

 

El 26 de enero de 1936 el todopoderoso Iósif Stalin asiste a una representación de Lady Macbeth de Mtsensk de Dmitri Shostakóvich en el Bolshoi de Moscú. Lo hace desde el palco reservado al gobierno y oculto tras una cortinilla. El compositor sabe que está allí y se muestra intranquilo. Dos días después aparece en Pravda un demoledor editorial que lo acusa de desviacionista y decadente. Un editorial aprobado o acaso escrito de su puño y letra por el propio Stalin.

 Son los años del Gran Terror, y el músico sabe que una acusación como ésa puede significar la deportación a Siberia o directamente la muerte. Pero Shostakóvich sobrevive, compondrá música heroica y patriótica durante la Segunda Guerra Mundial y el régimen comunista lo enviará como uno de sus representantes al Congreso Cultural y Científico por la Paz Mundial en Nueva York, donde repetirá, sin salirse jamás del guión, aquello que le dictan los comisarios políticos.

La historia de Shostakóvich y Stalin es un ejemplo particularmente desolador de las relaciones entre el arte y el poder. Uno de los más grandes compositores del siglo XX adaptó su arte a la estética oficial, abjuró de amigos y maestros, se postró ante el dictador para sobrevivir en un periodo en el que sus conocidos caían como moscas. Él salvó el pellejo y, ya muerto Stalin, acabó consagrado como uno de los grandes creadores soviéticos, pero por el camino dejó una parte de su alma, de su dignidad y de su ambición artística.

En esta breve novela, tan hermosa como terrible, Julian Barnes reconstruye la vida del músico –los recuerdos de su infancia y su convulsa vida íntima, las relaciones con sus esposas, sus amantes y su hija–, pero sobre todo aborda las dolorosas decisiones que tuvo que tomar en unos momentos históricos sombríos, e indaga en el miedo y la culpa, en la dificultad de comportarse con honestidad en tiempos de barbarie, y en la difícil supervivencia del arte en esos años aciagos.

 

Opinión personal (sin spoilers)

 

Un día, hablando con mi madre de nuestras novelas favoritas (en plural, porque escoger solo una me parece completamente imposible), me sorprendió con este título. Ella es muy aficionada a las novelas de escritores británicos contemporáneos, como Ian McEwan o Julian Barnes. Expiación, del primero, sigue siendo una de mis novelas predilectas; del segundo, entonces, yo solo había leído El sentido de un final. Me gustó mucho, así que fui a buscar inmediatamente El ruido del tiempo en inglés a la biblioteca y lo devoré en un par de días.


No tengo tiempo para escribir sobre todo lo que leo en este blog, ni de lejos, así que, dado que esta novela ha pasado el filtro de mi ocupada agenda, podéis imaginar cuánto me gustó. 


La historia se repetía: la primera vez como una farsa, la segunda como una tragedia.

 

Siempre he sentido una cierta debilidad por las novelas que se basan en hechos reales, e incluso que contienen explícitamente material biográfico. En este caso me parece que no podríamos calificar la novela de biografía, a pesar de la minuciosa investigación que seguro que llevó a cabo el autor. El estilo es fuertemente literario y ficcionado y el discurso de Barnes sugiere que la historia no justifica del todo el libro, sino que, más allá de su propio interés, funciona como una excusa para abordar temas universales. En la novela encontramos digresiones sobre el miedo, el dolor, el poder, la dificultad de otorgar responsabilidad moral, la infiabilidad de la memoria y el lugar que ocupa el arte en la sociedad. 
 
El arte pertenece a todo el mundo y a nadie. El arte pertenece a todas las épocas y a ninguna. El arte pertenece a quienes lo crean y a quienes lo disfrutan. El arte no pertenece más al pueblo y al Partido de lo que perteneció en otro tiempo a la aristocracia y a los mecenas. (...) El arte es el susurro de la historia que se oye por encima del ruido del tiempo.
 
De todos modos, por supuesto, la trama está basada en hechos reales. Este es un ejemplo de cómo, a veces, la realidad supera la ficción. La historia de la Rúsia soviética parece sacada de un thriller de Hollywood. Es muy interesante conocer cómo vivía la gente, y en particular los artistas, bajo el yugo de la URSS. Podríamos decir que, ya de base, Barnes partía de una historia sensacional incluso antes de empezar a escribir.

En lo sucesivo sólo habría dos clases de compositores: los que estaban vivos y asustados y los que estaban muertos. 
 
Barnes es genial contando historias. Es delicado, lírico y un punto irónico. A veces es muy cercano y otras es distante: bien puede escribir sobre salchichas como reflexionar sobre la conciencia. En su relato se entremezcla lo claro y detallado y también todo aquello que no se ve. De hecho, es quizá más sublime por todo lo que deliberadamente no cuenta. Lo que es más: no es solo lo que dice, es cómo lo dice. Para contarte cómo es un lago empieza por describir todos los ríos que mueren en él, y la nube que se refleja en su superficie, y el viento que arrastra las hojas de los árboles de su alrededor hasta el pueblo más cercano. Y mientras te dejas arrullar por la magia de ese desvío te das cuenta de que no hay mejor manera de llegar a las aguas tranquilas que esta.
 
Pero no era fácil ser un cobarde. Ser un héroe era mucho más fácil que ser un cobarde. Para ser un héroe sólo tenías que ser valiente un momento: cuando sacabas la pistola, lanzabas la bomba, apretabas el detonador, matabas al tirano y también a ti con él. Pero ser un cobarde era embarcarse en una carrera que duraba toda la vida. Nunca podías relajarte. Tenías que prever la próxima vez que tendrías que disculparte, titubear, achantarte, volver a familiarizarte con el sabor de las botas de caucho y el estado de tu propio personaje caído, abyecto. Ser un cobarde requería obstinación, perseverancia, una negativa a cambiar, lo cual, en cierto modo, constituía una especie de valentía. 
 
Hay libros que, cuando los terminas, te dan la sensación de ser perfectos. Como el violín que, o eso dicen, es un instrumento inmejorable. El ruido del tiempo, en mi opinión, es uno de los violines de la literatura. Os puede interesar más o menos el momento histórico que narra, podéis sentiros más o menos interpelados por los temas que trata... pero Barnes publicó exactamente lo que quería publicar. Y lo escribió muy, muy bien.



¡Hasta otra, biblioviajeros!