martes, 23 de febrero de 2016

Top Ten Tuesday #10 - Frases de libros favoritas

Top Ten Tuesday es una sección original y semanal del blog The Broke and the Bookish. En ella todos los martes de cada mes dicho blog propone un tema del cual nosotros elaboramos nuestra lista de libros, personajes, autores, o lo que sea que se haya propuesto.
Me gusta el Top Ten Tuesday que os traigo hoy porque adoro recopilar frases de libros. A continuación os dejo algunas de mis favoritas, aunque tengo muchas más.
Siento que algunas sean tan largas, pero creo que no debo recortarlas. Espero que os gusten. Como siempre, no están en ningún orden en particular. Y, ya de paso, aprovecho para recomendar todas las novelas. ¡A leer!

Harry Potter y la piedra filosofal, J. K. Rowling
¡Ah, la música! ¡Una magia más allá de todo lo que hacemos aquí!

El informe de Brodeck, Philippe Claudel
No nos damos cuenta de lo mucho que puede depender el curso de una vida de detalles insignificantes.

Cazadores de Sombras: Los Orígenes - El príncipe mecánico, Cassandra Clare
Vivimos y respiramos palabras. Fueron los libros los que me impidieron quitarme la vida después de que pensara que nunca podría amar a nadie, que nunca nadie me podría volver a amar. Fueron los libros los que me hicieron sentir que quizá no estaba completamente solo. Podían ser sinceros conmigo, y yo con ellos. Leer tus palabras, lo que escribiste, cómo a veces te sentías sola y asustada, pero siempre eras valiente; la manera en que veías el mundo, sus colores, texturas y ruidos, me hizo sentir... Me hizo saber lo que pensabas, esperabas, sentías, soñabas. Sentí que estaba soñando, pensando y sintiendo contigo. Soñé lo que tú soñabas, quise lo que tú querías, y luego me di cuenta de que lo que realmente quería era a ti.            

La lección de August, R. J. Palacio
Creo que la única razón por la que no soy normal es porque nadie me ve como alguien normal.

Los Hijos de Anansi, Neil Gaiman
Lo importante de las canciones es que son como los cuentos. No significan nada a menos que haya gente que las escuche. 

El último encuentro, Sándor Márai
¿Exigir fidelidad no sería acaso un grado extremo de la egolatría, del egoísmo y de la vanidad, como la mayoría de las cosas y los deseos de los seres humanos? Cuando exigimos a alguien fidelidad, ¿es acaso nuestro propósito que la otra persona sea feliz? Y si la otra persona no es feliz en la sutil esclavitud de la fidelidad, ¿amamos a la persona a la que se la exigimos? Y si no amamos a esa persona ni la hacemos feliz, ¿tenemos derecho a exigirle fidelidad y sacrificio?

El nombre del viento, Patrick Rothfuss
El día que empezamos a preocuparnos por el futuro es el día que dejamos atrás nuestra infancia.

Orgullo y prejuicio, Jane Austen
Es una verdad universalmente conocida que un hombre soltero poseedor de una gran fortuna necesita una esposa.

La elegancia del erizo, Muriel Barbery
Mamá anunció ayer durante la cena, como si fuera motivo suficiente para que corriera el champán a chorros, que hacía diez años justos que había empezado su "psicoanálisis" (pronuncia la palabra como si llevara acento en todas las sílabas). ¡Todo el mundo estará de acuerdo en que es ma-ra-vi-llo-so! Sólo se me ocurre el psicoanálisis para rivalizar con el cristianismo en la predilección por los sufrimientos largos. Lo que mi madre no dice es que también hace diez años que toma antidepresivos. Pero salta a la vista que no cree que una cosa pueda tener que ver con la otra.

El perfume, Patrick Süskind
Luchaba contra el miedo de no saber, contra el temor de la incertidumbre, y su lucha era efectiva porque sabía que no podía escoger.

¡Qué rápido que se escriben 10 citas! Quizá me animo y hago una segunda parte pronto, porque todavía me quedan muchas bajo la manga...

¿Conocéis vosotros alguna que os encante? ¡Compartidlas en los comentarios!

¡Hasta otra, biblioviajeros!

lunes, 8 de febrero de 2016

Reseña literaria: El informe de Brodeck

Ficha bibliográfica



Título: El informe de Brodeck
Título original: Le rapport de Brodeck
Autor(a): Philippe Claudel
Nacionalidad: Francesa
Editorial: Salamandra
Fecha de publicación: Octubre de 2008
Saga: No
Páginas: 288
Género: Drama




Sinopsis de la editorial

Apenas ha transcurrido un año desde el final de la guerra cuando una muerte rompe la tranquilidad de un pequeño pueblo perdido en las montañas. El único extranjero del lugar, a quien llaman Der Anderer —el Otro, en alemán—, ha sido asesinado y todos los hombres de la localidad se confiesan autores del crimen. Todos menos Brodeck, quien recibe el encargo de redactar un informe sobre lo sucedido «para que quienes lo lean puedan comprender y perdonar». Así pues, Brodeck entrevista a los hombres más importantes del pueblo: el cura, el dueño de la fonda, el alcalde... Y cuando este último le advierte de que «no busque lo que no existe. O lo que existió, pero ya no existe», Brodeck comprende que no le conviene saber demasiado. Sin embargo, la redacción del informe lo obliga a interrogar y a interrogarse, lo que a la postre puede suponer una amenaza para él y su familia.

Opinión personal (sin spoilers)

Empecé el libro por recomendación de mi madre, que se está convirtiendo en mi principal fuente de narrativa adulta (y una repartidora de tesoros literarios infalible), y resultó ser tan emocionante como esperaba. Es imposible que mi reseña esté a su altura, pero si consigo transmitiros ni que sea solo una chispa de interés, me daré por satisfecha. Esta novela es una pequeña obra de arte.

La novela, aunque está ambientada poco después de la Segunda Guerra Mundial, dista mucho de ser una crónica o retrato de la miseria de entonces. Es más bien una especie de fábula en que se destaca lo peor del hombre, cómo se comporta delante de una situación límite, de algo extraño, de algo que no le es propio.

La trama empieza con el asesinato del único extranjero del pueblo, a quien llaman Der Anderer. Todos los hombres de la aldea confiesan haber participado en el crimen, menos Brodeck, nuestro protagonista, a quien se le encarga escribir un informe. Este debe contar lo sucedido de tal modo que quien lo lea pueda, y así se lo piden, "comprender y perdonar". A partir de allí Brodeck empezará a indagar sobre lo sucedido esa noche, aunque pronto comprenderá que quizá lo más seguro es no conocer demasiado.


Siempre me ha costado un poco hablar y expresar lo que bulle en mi cerebro. Prefiero escribir. Escribiendo tengo la sensación de que las palabras se vuelven dóciles, de que vienen a comer de mi mano como pajarillos y hago con ellas casi lo que quiero, mientras que cuando intento juntarlas en el aire se me escapan.

La historia se sitúa en un tranquilo pueblo de las montañas, aislado, ajeno al mundo, al que, para que os hagáis una idea, solo va el cartero una vez al mes. Esa calma se rompe con la muerte, una muerte que se desvela, con el tiempo, cada vez menos súbita. La tensión ha ido creciendo por meses y ha llegado a la conclusión inevitable. Y es que, en un pueblo como este, no hay sitio para alguien de fuera, y menos como Der Anderer, con sus costumbres estrafalarias, modernas, distintas. Lo distinto es desconocido, y lo desconocido, indeseado. Ese es quizás uno de los temas más importantes de la novela: el rechazo a lo extranjero, el miedo a lo desconocido, a lo que cambia la rutina, la monotonía y la normalidad. El mismo Brodeck lo sabe, pues a pesar de haber vivido en el pueblo desde pequeño, el joven llegó de niño en una carretilla, junto a su madre adoptiva, Fédorine. De algún modo, él es también un extraño, cosa que en la novela se nos recuerda una y otra vez.

Los vecinos del pueblo dan realmente mucho miedo. Presionan a Brodeck para que escriba lo que quieren escuchar. Gran parte de la novela está construida encima de ese silencio. Es aterrador, pues no solo demuestra poco arrepentimiento, sino además pura maldad.
Sin duda alguna parece que lo peor de los hombres, simple bajeza, está retratado en esta novela.

Tengo la sensación de que no estoy hecho para mi vida. Me refiero a que me viene grande por todas partes, que no es de la medida de un hombre como yo, que se llena de demasiadas cosas, de demasiados hechos, de demasiadas miserias, de demasiados fallos.

Brodeck intentará descubrir qué ha pasado y hacer un informe detallado de las causas del crimen, por lo que se remontará a la llegada del extranjero al pueblo y contará todo lo que ha pasado desde entonces. Paralelamente empezará otro informe, uno más personal, uno en el que se descubrirá a sí mismo y con el que conoceremos su historia. Y es que Brodeck es un hombre que tiene mucho que contar... 
Por eso la novela salta continuamente en el tiempo. Intercala el presente -después del asesinato-, el pasado -la historia del Anderer-, y la "biografía" de Brodeck, que a su vez también funciona como pasado del pueblo.

Lo cierto es que la muchedumbre en sí es un monstruo, un enorme cuerpo que se engendra a sí mismo, compuesto de miles de otros cuerpos pensantes. Y también sé que no hay muchedumbre feliz. Detrás de las sonrisas, las risas, las músicas y los eslóganes hay sangre que se calienta, sangre que se agita, sangre que gira y enloquece al verse revuelta y removida en su propio torbellino.

¿En resumen? La historia es intrigante, casi horrorosa, muy dura, pero se puede intuir un punto de esperanza en las palabras del protagonista, a veces algo ingenuo: el hombre puede cometer los crímenes más terroríficos, pero también puede olvidar sin rencor.
Su retrato del miedo a lo ajeno y de la depravación humana es espectacular (las imágenes, inhumanas y contundentes, del campo de concentración son inolvidables). A todo ello le sumamos un estilo curado, poético, detallista y absorbente. El resultado es una novela magnífica, espléndida, ¡no os la podéis perder!


¡Hasta la próxima, biblioviajeros!